20 de Noviembre, 2019
Artículo de iagua, España.

Se esperaba con gran expectación, y finalmente llegó. El Tribunal Supremo avalaba esta semana la sociedad mixta Aigües de Barcelona, constituida en 2012 por Agbar y el Área Metropolitana de Barcelona, y tumba la anulación emitida en 2016 por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que consideró que la Administración no justificó suficientemente su decisión de no convocar concurso público para adjudicar el contrato. El Supremo sostiene que la competencia de las entidades locales en materia de agua es anterior a la Ley de Régimen Local de 1950 y que esa competencia no supone la asunción automática del servicio de abastecimientos de agua.

La confirmación de que Aigües de Barcelona, controlada en un 70% por Agbar, en un 15% por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y en otro 15% por Criteria Caixa, seguirá prestando servicio a 3 millones de ciudadanos hasta 2047, es también un enorme varapalo para las pretensiones de Ada Colau. La alcaldesa de Barcelona ha hecho bandera en los últimos años de la remunicipalización del servicio de agua en el área metropolitana, un deseo que esta sentencia frena en seco al finiquitar la vía judicial.

Por otro lado, toma también una nueva dimensión la posibilidad de la venta de Agbar. Suez, propietaria del 100% la compañía, lanzaba el pasado mes de octubre su plan estratégico para la próxima década: Shaping SUEZ 2030. En él, se responde a las presiones del fondo activista AMBER, abriendo la posibilidad de la rotación de activos que representarían entre el 15 y el 20% del capital empleado. La valoración de Agbar, que se podría situar en torno a los 3.000 millones de euros tras esta sentencia favorable, encajaría en esta revisión del portfolio del gigante francés. Es probable, por tanto, que en los próximos meses veamos movimientos en torno a esta macrooperación en la que Criteria podría jugar un papel decisivo.

No me gustaría despedir este comentario semanal sin expresar mis condolencias por el fallecimiento de Arjen Hoekstra, conocido por ser el padre el concepto de «huella hídrica» que tanta fortuna ha hecho en los últimos años. Hoekstra ha tenido una enorme influencia en la agenda mundial del agua y el legado de su trabajo perdurará entre los que luchan por un uso del agua más sostenible y equitativo en el futuro.

Alejandro Maceira