«La labor de reconexión entre la ciudad y sus ciudadanos con las dinámicas hidrológicas es vital»

24 de Agosto, 2020
Artículo de iagua

En este nuevo ciclo de entrevistas, nos adentramos en la iniciativa ‘Caminar El Agua’, que apuesta por redescubrir los ríos en el entorno próximo, aunando el movimiento con el conocimiento, a través de recorridos interpretados por expertos multidisciplinares, siguiendo cauces de agua en la ciudad o en el medio rural. Complementamos las rutas con charlas, talleres, conciertos y contenidos digitales.

Charlamos con Malú Cayetano, Paisajista (MSc) por la Universidad de Wageningen (Holanda) e Ingeniera de Montes (MSc) por la Universidad Politécnica de Madrid.

Cayetano colabora con diferentes colectivos e iniciativas relacionadas con la transformación social del hábitat, la regeneración urbana, la restauración ecológica y la producción cultural. Interesada en metodologías participativas, el desbloqueo y la visibilización de los procesos naturales en contextos urbanos, la generación de debates en torno a nuestra posición respecto a la biosfera, y el papel del arte como mediador entre ciudadanía, ecología y territorio, cuenta con experiencia en diferentes campos, como la coordinación y gestión integral de proyectos, diseño, dirección y ejecución de obra, así como en el desarrollo de diseños urbanos participativos y proyectos artísticos/culturales comunitarios.

Pregunta: ¿Cuál es su vinculación con el sector del agua y la divulgación?

Respuesta: Yo soy ingeniera de montes y paisajista, me interesa particularmente la visibilización de los procesos naturales en la ciudad y vinculado a estos procesos naturales está el ciclo del agua y los procesos hidrológicos. Creo que es vital una labor de reconexión entre la ciudad contemporánea y sus ciudadanos con las dinámicas hidrológicas. Podría decir que este trabajo lo vengo desarrollando de dos maneras; mediante el diseño urbano y a través de proyectos de arte público. En los primeros estarían ejemplos como la remodelación del Lago de la Casa de Campo, proyecto en el que gracias al diseño se pueden leer procesos relacionados con el agua. Esta lectura se hizo posible al descubrir y marcar los distintos puntos por los que el agua entra o sale del Lago, ya sea las entradas de agua regenerada, el agua que proviene del bombeo de las freáticas de la estación de Príncipe Pío o el agua que sale del aliviadero. O proyectos de arte público como Aguas Ocultas, Aguas Olvidadas, Un viaje Imposible: buscando el Mar en Madrid o Paraíso (In)habitado propuestas en las que animo a redescubrir, cuestionar, recuperar e incluso fabular sobre la relación perdida de la ciudad y el agua, se trata de procesos más libres en los que es clave la participación activa de la audiencia y en los que utilizo formatos artísticos lúdicos. Estos proyectos se articulan mediante paseos, el desarrollo de narrativas cartográficas, talleres sonoros, instalaciones temporales o encuentros en los que generamos debates en relación al agua desde diferentes puntos de vista o especialidades.

P.- ¿Cómo surge su vinculación con el proyecto ‘Caminar el agua’, y de qué manera participa o ha participado en él?

R.- Fue a raíz del proyecto Aguas Ocultas, Aguas Olvidadas en el que investigamos sobre las infraestructuras hidráulicas y el patrimonio hidrológico de la ciudad de Madrid en general y en particular del barrio del Carmen y la Concepción. Varias personas con las que contactamos nos hablaron de “Caminar el agua”, de ellas y su trabajo, así que viendo que había muchas cosas en común nos pusimos en contacto para conocer mejor la iniciativa y acabamos invitándolas a participar de algunas de las acciones que llevamos a cabo y viceversa.

P.- ¿Por qué cree que es importante la unión entre movimiento, conocimiento y acción que promueve ‘Caminar el agua’?

R.- La gestión sostenible y consciente del agua es clave en el contexto de crisis ambiental y climática en la que nos encontramos, es necesario nuevas maneras de relacionarnos con el agua para recuperar una relación más equilibrada, saber cómo llega el agua a la ciudad y cómo se va, o poder reconocer un ecosistema fluvial sano. En los tiempos en los que vivimos, estamos desbordados por información y datos, creo que hasta llega un punto en el que ya no significan nada, esta avalancha de información no consigue cambiar nuestras conciencias o nuestros hábitos. Por esto es necesario explorar otras fórmulas más cercanas que fomenten una transición hacia una conciencia ecológica, trabajando desde la acción, la experiencia o el arte, por ejemplo.

P.- ¿Cómo evaluaría el conocimiento general de la población sobre los cursos fluviales de sus ciudades?

R.- Creo que se hacen esfuerzos y hay iniciativas muy interesantes y valiosas pero también creo que todavía hay bastante que replantear o cuestionar. Las expansiones urbanas históricamente han implicado la canalización, el desvío y la ocultación de multitud de arroyos o pequeños cursos de ríos que corrían por el territorio. Al ocultarnos se ha favorecido su olvido y desconocimiento. En el caso de Madrid, por ejemplo, son muchos los arroyos desaparecidos, eran arroyos secos con caudales puntuales pero fueron fundamentales para el desarrollo de la ciudad, muy vinculados a los viajes de agua que suministraron el agua potable a la ciudad durante siglos.

Iniciativas como caminar el agua son clave para salvar la brecha y el desconocimiento existente sobre las dinámicas hidrológicas

Cubrir cursos de agua es algo que ha ocurrido casi en todas las ciudades del mundo, es ahora cuando estas prácticas se están replanteando y se están desarrollando primeras iniciativas que pasan por destapar estos cursos, hacerlos accesibles y recuperarlos para la ciudad y la ciudadanía. No se trata de volver a una situación anterior, que probablemente sea imposible o irreal, sino de volver a cohabitar con estos cursos de agua y dinámicas hidrológicas, favorecer diseños urbanos sensibles al agua. Se podría, por ejemplo, generar infraestructuras y espacios dentro de la ciudad capaces de adaptarse y mutar ante situaciones de lluvia, como las plazas de agua implementadas en la última década en Roterdam.

P.- En este sentido, ¿cómo cree que ayudan iniciativas como esta a acercar su conocimiento?

R.- Iniciativas como caminar el agua son clave para salvar la brecha y el desconocimiento existente sobre las dinámicas hidrológicas, cuestiones relacionadas con ecología fluvial, hidrogeología o la depuración del agua en la ciudad. Son capaces de acercar al ciudadano medio a un conocimiento muy específico usando formatos muy amables pero también activos, con el intercambio de preguntas con los experto invitados o el recorrido por cursos de agua que hacen posible un acercamiento físico a las cuestiones sobre las que se debate.

P.- ¿Qué argumentos le daría a un ciudadano para que se animara a participar en este tipo de actividades?

R.- Uno siempre tiene cosas que aprender y hallazgos que descubrir, son experiencias enriquecedoras que te permite entender mejor el mundo en el que vives. Me gustaría pensar que contribuyen a generar un espíritu crítico en la ciudadanía, algo vital en estos tiempos de posverdad. Como he comentado se trata de formatos variados, cercanos y accesibles que aportan otras miradas y te acercan a cuestiones desconocidas o permiten generar debates sanos sobre hacia donde queremos que se dirijan cuestiones que nos afectan a todos como la gestión del agua y la dinámicas hidrológicas en contextos urbanos.

Fuente: iagua.es

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