Seguridad hídrica amenazada por creciente demanda de agua

16 de Marzo, 2020
Artículo de Diario El Universo

El próximo 22 de marzo se celebra el Día Internacional del Agua, creado para resaltar lo esencial que es este recurso para el desarrollo económico y social de los asentamientos humanos. Sin embargo, la seguridad hídrica está amenazada, en países como Ecuador, por una creciente demanda del líquido vital y por una gran variación en su calidad debido al cambio climático y la degradación de las áreas naturales.

Para 2025 al menos dos terceras partes de la humanidad podrían vivir en zonas bajo estrés hídrico. En Ecuador, The Nature Conservancy (TNC) y sus aliados están ayudando a las ciudades a proteger sus fuentes de agua a través de la creación de fondos de agua. Galo Medina, representante de TNC Ecuador, detalla la importancia de conservar el líquido vital para las próximas generaciones.

¿Cómo están estructurados los fondos de agua?

Es un mecanismo financiero de conservación exitoso que lo hemos vendido en todo el mundo. Los fondos tienen la característica de juntar actores. La figura se la maneja como un fideicomiso que permite que los actores que invierten en el fondo tengan la tranquilidad de que sus recursos serán bien utilizados. Hay rendición de cuentas y claridad. A través de los fondos se realizan gestiones de conservación, educación, investigación y sensibilización ambiental.

¿Cuántos fondos manejan?

Hace 20 años fuimos constituyentes del Fondo de Agua de Quito. Esa experiencia la hemos replicado en todo el mundo. En Ecuador trabajamos con cuatro fondos de agua. El de Quito, el Fonapa (Fondo del Agua para la Conservación de la Cuenca del Río Paute), en Azuay; Fondo de Páramos Tungurahua, y también somos constituyentes del Fondo del Agua para Guayaquil que busca la conservación de la cuenca del río Daule.

En Quito hay una ordenanza que establece que el 2 % de la facturación de la empresa de agua municipal vaya al fondo de agua para conservar las fuentes. ¿Ayudan estas normativas?

Eso ha permitido, por ejemplo, que el presupuesto del fondo sea sobre los dos millones de dólares que se invierten anualmente en la conservación de las fuentes de agua de la ciudad.

Las acciones que se desarrollan han sido priorizadas por los actores como las más importantes para lograr que los páramos y bosques andinos sean conservados y asegurar la cantidad y calidad de agua.

La cuenca del río Daule, que nutre de agua a Guayaquil, tiene problemas de contaminación, erosión del suelo, presión por asentamientos humanos. ¿En qué ayudará el fondo para cambiar esta realidad?

El origen del río Daule viene de las vertientes occidentales andinas y tiene una vinculación, no solo en todo su recorrido, sino en su desembocadura con todos los ecosistemas marinos y marinos costeros como los manglares. La parte de nuestro país que ha sido más transformada para distintos usos es la zona costera del país y específicamente esta cuenca, que es una de las más importantes del país. Entonces es un sitio idóneo para un fondo de agua.

El fondo se estableció en 2015 y estamos apostando para que funcione de forma efectiva. La empresa municipal de agua de Guayaquil e Interagua (concesionaria) participan activamente. Además, hay varias empresas privadas. Los fondos de agua toman tiempo en arrancar, desde el año pasado ya contamos con un secretario técnico (en Guayaquil), hay un equipo de operación, tienen algunos proyectos demostrativos.

Desde que se constituyó el fondo se pudo generar un estudio de conservación para la cuenca del Daule y que fue realizado por un equipo de la Universidad Católica de Guayaquil y es nuestra referencia.

¿Interagua debería destinar parte de su facturación para el fondo?

La experiencia nos dice que los fondos son mucho más eficientes cuando se logra captar recursos públicos. En Quito recién la ordenanza se establece en 2007. En el caso de Guayaquil la idea es la misma, aunque la figura puede que sea distinta y se están haciendo las gestiones con la alcaldesa (Cynthia Viteri) para que haya un mecanismo específico, ya que su visión es verde.

Aunque la idea es explorar figuras parecidas en los otros municipios, hablamos de cinco provincias que se benefician del Daule. Pero sabemos que no es un proceso que se logra de la noche a la mañana, toma su tiempo.

¿No sería mejor una iniciativa nacional?

Hemos conversado con la Secretaría Nacional del Agua, que está en un proceso de fusión, más de un año sobre la posibilidad de establecer un fondo de agua nacional. Esta idea nos parece interesante y hemos arrancado un trabajo conjunto con otras instituciones para generar un modelo que recaude fondos de forma óptima y los distribuya de forma equitativa, y ese es el reto que nos planteamos.

Los seres humanos estamos creciendo en número por lo que necesitamos garantizar el recurso hídrico para las siguientes generaciones”. Galo Medina, de TNC

Fuente: Diario El Universo

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