Tecnologías que luchan, sin pretenderlo, contra el coronavirus

25 de Mayo, 2020
Artículo de iagua, España

Cuando una empresa instauraba la posibilidad del teletrabajo era para mejorar las condiciones del trabajador, reducir costes, hacer más ágil y flexible el trabajo, etc. Pero no en previsión de que debiéramos quedarnos sin poder salir de nuestras casas.

Ahora agradecen esa inversión, y mucho.

Lo mismo pasa con la automatización y digitalización de las infraestructuras. Ahorra costes y hace más eficiente el trabajo, entre otras muchas cosas, por una menor necesidad de presencia de trabajadores en los diferentes puntos de las infraestructuras. Esto hace mucho más rápido el control de las mismas y las actuaciones sobre ellas.

Con el paso del tiempo, se han ido incorporando tecnologías que nos permiten controlar y manejar el agua de manera automática o remota. Algo que, en estas circunstancias, sin una intención directa, cobra un nuevo valor añadido.

Hay muchos ejemplos, pero vamos a ver los más paradigmáticos.

Electroválvulas y válvulas motorizadas

Este tipo de válvulas nos permiten algo tan simple y básico como abrir o cerrar el flujo del agua sin tener que acceder a ella manualmente. En algunas ocasiones, el motivo es simplemente hacerlo de manera más rápida y cómoda, pero en el caso de las válvulas grandes, sin una ayuda motorizada, nos sería imposible hacerlo. Imagínate intentar abrir o cerrar la válvula del desagüe de fondo de una presa de manera manual… Imposible.

Las electroválvulas solo tienen dos posiciones: abierta o cerrada, mientras que las válvulas motorizadas podemos abrirlas más o menos en función de nuestras necesidades.

Con el paso del tiempo, se han ido incorporando tecnologías que nos permiten controlar y manejar el agua de manera automática o remota

Sensores y más sensores

Las infraestructuras y las redes de agua están llenas de sensores que miden parámetros como: presión, caudal, temperatura, pH, cloro, conductividad, etc. Con ellos podemos saber qué está pasando en los principales puntos de las infraestructuras.

Con el desarrollo de las tecnologías 5G, que darán un gran empujón al denominado “internet de las cosas”, y toda la gama de sensores de bajo consumo que vendrán asociados, podremos saber que pasa en cada punto de la red en cada momento, y con un coste relativamente bajo.

Eso no solo nos permitirá controlar la red para gestionarla mejor, sino que la cantidad de datos que nos proporcione nos servirá para realizar modelos matemáticos de predicción de consumos, detectar roturas y pequeñas pérdidas de agua, incluso fraudes de consumo.

Dosificadores de productos químicos

Tanto para la potabilización como la depuración es necesario añadir diferentes productos químicos al agua. La cantidad de producto que debe añadirse depende de distintos parámetros y la dosificación debe ser lo más precisa posible.

Hacerlo de manera automática o asistida, hace que el proceso sea más sencillo y preciso, pero, además, evita en la medida de lo posible que los operarios tengan contacto con productos químicos que pueden ser peligrosos si entran en contacto con ellos.

Las infraestructuras y las redes de agua están llenas de sensores que miden parámetros como: presión, caudal, temperatura, pH, etc.

Sistemas SCADA

SCADA es un acrónimo de Supervisory Control And Data Acquisition (Supervisión, Control y Adquisición de Datos). Estos sistemas reciben y organizan toda la información para que los técnicos tengan una visión y control remoto de la infraestructura. La información ofrecida por todos los detectores que hemos nombrado llega a un centro de control, y de esta forma se pueden tomar las decisiones adecuadas.

Algunas respuestas están automatizadas, y solamente se supervisan. Otras se toman por parte de un técnico, y se actúa a distancia, mediante actuadores remotos, como pudiera ser algo tan simple como abrir o cerrar una válvula.

Pero no todo se puede hacer a distancia, ni revisar las infraestructuras, ni actuar sobre ellas. En mayor o menor medida va a ser necesario que haya personas que acudan personalmente a las instalaciones para su operación y mantenimiento.

Aunque en estos casos, también la tecnología puede ayudar.

Sigue saliendo agua de nuestros grifos y las alcantarillas llevándose nuestros residuos gracias a aquellos que trabajan en el sector

Accesos inteligentes

Los sistemas de acceso inteligente a las infraestructuras nos permiten, entre muchas cosas, que los trabajadores tengan un acceso completo a todas las instalaciones que sean necesarias para su trabajo, sin necesidad de acudir a ningún lugar a recoger unas llaves, sin que tenga que desplazarse otra persona a permitirle el acceso o controlarlo de manera presencial.

Y solo usando su propia llave personal y su teléfono móvil, sin necesidad de compartir nada con otros operarios.

Esto, que es muy útil y eficiente en situaciones normales, toma un nuevo cariz en esta situación tan inesperada e insólita como la que estamos viviendo.

Porque sigue saliendo agua de nuestros grifos y las alcantarillas siguen llevándose nuestros residuos gracias a todos aquellos que trabajan en el sector, tanto a los que afortunadamente la tecnología les permite hacerlo a distancia, como a los que no tienen más remedio que salir y exponerse para que nuestra sociedad sigua funcionando.

A todos esos trabajadores es fundamental protegerlos lo máximo posible; con tecnología, con planificación, con formación y prevención.

Y que no se nos olvide reconocer su trabajo y darles las gracias ahora, y un fuerte abrazo cuando todo esto pase.

Fuente: iagua.es

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